¡Me parece que eres tú!

En la plaza del mercado, Nasrudín, profundamente absorto,: recitaba una oda:

¡Oh, mi bienamada!

Mi ser interior todo está tan colmado de ti.

Que todo lo que se presenta ante mi vista.

¡Me parece que eres tú!”.

Un bromista gritó:

-¿Y qué pasa si un tonto aparece ante tu vista?

Sin detenerse, como si fuera un estribillo, el Mulá continuó:

-¡...Me parece que eres tú!

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