La vida y la muerte

Nasrudín subió a un árbol para aserrar una rama. Alguien que pasaba al ver cómo lo estaba haciendo le avisó: “¡Cuidado! Está mal sentado, en la punta de la rama... Se irá para abajo con ella”.

-¿Piensa que soy un necio que deba creerlo?, ¿o es usted un vidente que pueda presidir mi futuro?, Preguntó el Mulá.

Sin embargo poco después la rama cedió y Nasrudín terminó en el suelo. Entonces corrió tras el otro hombre hasta alcanzarlo: “Su predicción se ha cumplido” , Ahora dígame: ¿Cómo moriré?.

Por más que el hombre insistió no pudo disuadir a Nasrudín de que no era un vidente. Por fin, ya exasperado le gritó: “por mí podrías morirte ahora mismo”.

Apenas oyó estas palabras, el Mulá cayó al piso y se quedó inmóvil. Cuando lo encontraron sus vecinos lo depositaron en un féretro. Mientras marchaban hacia el cementerio, empezaron a discutir acerca de cuál era el camino más corto. Nasrudín perdió la paciencia y, asomando la cabeza fuera del ataúd, dijo: “Cuando estaba vivo solía tomar por la izquierda; es el camino más rápido”

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