El peso de la culpa
Un día al regresar a su hogar Nasrudín y su mujer se encontraron con que la casa había sido desvalijada. Se habían llevado todo objeto portátil.
-Tu tienes la culpa (dijo su esposa), porque cuando salimos debiste haberte asegurado de que la casa estuviera bien cerrada.
Después fueron los vecinos quienes continuaron con la recriminación:
-Claro, no trabajaste las ventanas, ( dijo uno).
-¿Cómo es que no pensaste que te ocurriría esto?(dijo otro)
-Las cerraduras estaban gastadas y no la cambiaste. (dijo un tercero)
-Un momento (dijo Nasrudín), yo no debo ser el único culpable, ¡No es cierto?.
-¿Y a quién habría que culpar? (preguntaron todos)
-¿Y los ladrones?, (preguntó el Mulá).
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