Cuestión de tiempo, no de lugar
Un hombre llamó a la puerta con la intención de pedir prestada una soga.
-No puedo prestársela”, dijo Nasrudín.
-¿Por qué no?.
-Porque está en uso
-Pero si la veo allí tirada en el suelo.
-Es verdad; ése es su uso.
-¿Cuánto tiempo se utilizará de esa manera, Mulá?.
-Hasta que tenga ganas de prestarla, dijo Nasrudín.
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