Yo no empecé
Nasrudín entró en una mezquita y se sentó. Su túnica era más bien corta, y el hombre que se encontraba a sus espaldas, pensando que no lucía bien, tiró de la prenda hacia abajo.
Inmediatamente Nasrudín tiró de la camisa del hombre sentado delante de él. Este le preguntó:
-¿Qué está haciendo usted?
-No me pregunte a mí. Pregúntele al hombre que está detrás de mí. El empezó.
Comentarios
Publicar un comentario