¿Por qué me pregunta a mí?
Cierto día Nasrudín cabalgaba en su burro, cuando éste se espantó por un bulto que había en el camino y se echó a cabalgar desenfrenadamente.
Al ver correr al Mulá a una velocidad desacostumbrada, unos campesinos le gritaron:
-¿Adónde va tan apurado, Nasrudín?
-No me pregunten a mí (contestó), pregúntele al burro.
Comentarios
Publicar un comentario