Lo que está arriba y lo que está abajo...

Un obstinado noble había logrado que el sultán le concediera derechos para compartir la cosecha de la tierra ocupada por Nasrudín. Cuando el empleado de la corte le preguntó qué cosecha deseaba compartir, el noble dijo simplemente:

-Anote cuanto haya sobre la tierra.

Con la orden debidamente sellada se presentó más tarde a la casa del Mulá. Ese año Nasrudín había plantado nabos y su parte de la cosecha sobre el suelo no ascendía a mucho.

Al año siguiente, el hombre de la ciudad llegó para recoger su parte, habiendo hecho especificar en su orden:

-Toda la cosecha que haya debajo de la tierra.

Ese año el Mulá había sembrado trigo.

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